Gaston Bachelard, filósofo y epistemólogo francés, se pregunta en este libro sobre el alcance de la imaginación poética y el pensamiento a propósito del espacio de la casa.
El espacio doméstico y sus elementos son inseparables del lenguaje, la psique y la memoria. Esto se condensa en la ensoñación: “el ama de casa despierta los muebles dormidos”. Lejos de pretender un sentido metafórico, el autor enfatiza aquello que la consciencia pone en función de lo real. El espacio no puede ser indiferente a lo vivido y, por lo tanto, no puede ser reducido a la reflexión del geómetra.
Bachelard opta por formular un análisis metafísico, afectivo y fenomenológico de la casa; estudia las imágenes alrededor del refugio, de la intimidad, del sótano, del ático y la escalera; la estufa, la lámpara y el mantel. Su espacio se halla en los márgenes de la imaginación productora; la potencia más grande de la humanidad.
La poética del espacio se consagra a explorar la casa desde la dialéctica entre lo pequeño y lo grande; lo íntimo y lo externo, lo abierto y lo cerrado.